lunes, 7 de octubre de 2013

THE OCEAN BLUE: EL RETORNO DEL BELLO OCEÁNO AZUL



ULTRAMARINE
THE OCEAN BLUE
AUTOMATIC ENTERTAINMENT (2013)
Este es un año de retornos discográficos, Nick Cave & The Bad Seeds, Depeche Mode, OMD, y el de una de las bandas más queridas de inicios de los 90s, los norteamericanos de The Ocean Blue, con su buen álbum Ultramarine, lanzado en edición nacional por el sello Automatic Entertainment, lanzamiento que fue coronado con la presentación de la banda en vivo en un local miraflorino el pasado mes de junio.    
Era inicios de los noventas cuando The Ocean Blue llegó a mis oídos cautivándome de inmediato con su estilo post-punk y de ensoñador pop,  en donde las guitarras y los teclados se confabulaban para construir una serie de canciones muy agradables, pero sobre todo que sonaban hermosas. Poco me hacía sospechar que se tratara de una banda norteamericana pues por su  música, se asemejaba más a lo hecho por los grupos británicos, The Ocean Blue era un lunar en medio de una maraña de bandas americanas cultoras de folk, y de un emergente movimiento grunge.
Los orígenes de la banda se remontan al año  1986 cuando en Hershey, Penssylvania los aún adolescentes David Schezel (Guitarra y voces), Steve Lau (Teclados y Saxofón), Bobby Mittan (bajo) y Scott Stouffer (batería) se reunían para hacer covers de sus bandas favoritas como Echo & The Bunnymen, The Smiths, Cocteau Twins, entre otras, luego la banda desarrollaría su estilo combinando melódicas guitarras con teclados. En ese mismo año grabarían sus singles “On Growing Up” y “Wounds Of A Friend” que serían incluidas en un compilatorio de una radio local. Un año después Rob Minning remplazaría a Stouffer en la batería.
Siendo aún estudiantes de secundaria, en 1988 los Ocean Blue firmaron con Sire Records por tres álbumes, lanzando al año siguiente su epónimo disco, teniendo en  “Between Something And Nothing”  a su gran hit que logró  asaltar los rankings de las emisoras modern rock durante el otoño de 1989. El segundo tema que  llegó a las listas fue “Drifting, Falling”, obteniendo los videos de ambas canciones amplia rotación en MTV. Posteriormente harían una gira alrededor de los Estados Unidos y Canadá junto a los Mighty Lemon Drops.
En 1991 saldría el ensoñador álbum Celuran, cuyas canciones “Ballerina Out Control” y “Mercury”  lograrían los primeros puestos en las listas modern rock. La explosión grunge   limitaría el crecimiento de la banda y en 1993 lanzaría su último disco con Sire, titulado Beneath The Rhythm And Sound, durante la gira de este álbum ingresa Oed Ronne en la segunda guitarra. Posteriormente el tecladista Steve Lau dejaría la banda para marcharse a New York con la mira de dedicarse al negocio de la música, llegando a ser ejecutivo de una subsidiaria indie de Sire Records. Las siguientes producciones de la banda no obtendrían mayor repercusión ni tampoco el respectivo apoyo de su disquera de entonces, Mercury Records.
Iniciando el nuevo milenio el baterista Rob Minning dejaría The  Ocean Blue, ingresando Peter Anderson quedando conformada la actual alineación de la banda. Tras editar algunos EP´s y singles, la banda vendría por primera vez a nuestro continente, visitando Lima para dar un concierto en junio del 2006.
El 2012 The Ocean Blue se unió al sello Korda Music, integrado por diferentes artistas entre ellos David Schezel, líder de la banda. Siendo lanzado el 6 de marzo de este año el single “Sad Nigth, Where is The Morning?” un adelanto de lo que sería su nuevo álbum, Ultramarine vería la luz el día 19 del mismo mes, y en el Perú como ya lo comentamos, se  lanzó el pasado mes de  junio a través del sello Automatic Entertainment, con un concierto de la banda en una discoteca miraflorina, llegando a convertirse en la segunda visita del grupo a nuestra capital. Hay que resaltar que la edición peruana contiene un tema extra que no aparece en la americana, dándole un bono adicional al disco.   
ULTRAMARINE
Tras varios años de silencio, el disco Davy Jone’s Locker fue lanzado en 1999, este nuevo álbum no solo marca el retorno de la banda, sino el lanzamiento de uno de sus mejores registros de toda su discografía.  Donde la banda vuelve a mostrar todo su poderío para crear canciones de estética melancolía, piezas románticas e introspectivas, doce cortes (13 más el excelente bonus track de la edición nacional) que evocan a los mejores momentos del grupo, la época de sus dos primeros álbumes. Aunque en esta ocasión sus influencias no salen tan a la vista como en los discos de sus inicios.    
Las melodías de The Ocean Blue contenidas en este disco suenan dulces, cándidas, algo brit pop, gracias a sus tiernos sonidos y las voces del siempre efectivo vocalista David  Schezel.  Aunque hay un alejamiento con los teclados y sintetizadores, y es más bien sobre la base de una caja de ritmos que se van cimentando buenas canciones como “Give It A Try”, “Sad Night, Where Is The Morning?”  o “Fast Foward Reverse”. 
“Give It A Try” da inicio al disco con sus impecables riffs de guitarras, y esa sonoridad bizarra que irradia tierna melancolía, logrando de inmediato hipnotizarnos con el álbum, pues “Sad Nigth, Where Is Morning?” con su esplendida combinación de percusiones de caja de ritmo y batería y  punteos de guitarra de sonoridad nostálgica con trae a la memoria los mejores momentos del Celuran. En los tres tracks siguientes: “New York 6 A.M.”, “Blow My Mind” y “Latin Blues”, los Ocean Blues nos conducen a bellos paisajes sonorous, construidos por las delicadas cuerdas de guitarras acústicas.  Prosigue “Fast Forward Reverse” y su excelente soporte rítmico de percusión que al combinarse con una delicada línea de teclado y ensoñadores acordes nos introducen a una delirante atmosfera de sonoridad onírica. Quizás el punto flojo del álbum lo de “A Rose Is A Rose” pieza que luce forzada, y esos “La la la …” de Schezel no terminan de convencer.   “A Rose Is A Rose” trae de vueltas las delicadas caricias emanadas de las cuerdas acústicas y los atmosféricos teclados.
Hacia el final del álbum, este crece en intensidad con “Sunset-Moonrise” y sus dramáticos sonidos sobre la baje de un lúgubre bajo y desgarradores riffs de guitarras, luego con la acústica “Whatever You Say, It Breaks My Heart” y la bella “Ground Gives Way”, qué tales líneas de bajo y guitarras, una excelente pieza melodramática, de aires dream-pop, logrando uno de los mejores temas del álbum. “Touch Down On Earth” con sus hipnóticas y ondulantes guitarras de clara influencia Cocteau Twins nos va envolviendo poco a poco hasta dejarnos al límite de la relajación sensorial. Finalmente, cierra el bonus track, solo disponible en la edición peruana, “Bleary Eyed” único tema donde los teclados sí tienen un rol fundamental en la construcción de la melodía.      
Ultramarine suena a lo mejor de The Ocean Blue, y es ahí donde recae su éxito, un álbum de efectivo pop melódico, que marca un digno retorno de la banda, un premio para sus seguidores luego de tantos años de prolongada espera.
INDISPENSABLES
THE OCEAN BLUE (1989)
Su epónimo álbum debut lanzado hacia finales de los ochentas, cerró perfectamente la década, presentando un eficiente colofón  musical de lo que había sido el post-punk y pop rock (claras influencias Echo & The Bunnymen, The Smith y The Cure por citar algunas) durante esos años y señalando el sendero a seguir por el indie-rock-pop. Además contiene a mi gusto uno de los mejores temas inicio que un álbum pueda tener, “Between Something And Nothing” con su extraordinario punteo de guitarra que da inicio a toda una marcha de cuerdas, riffs y percusiones aceleradas que se cruzan con épicos teclados y sus vertiginosos cambios de ritmo, logrando una esplendida canción. Otras piezas destacables son “Vanity Fair”, “Drifting, Falling” destacable por su exquisitos acompañamientos de solos de saxofón, “Love Song” con su geniales redobles de batería y rasgueos de guitarra en clave casi maquinal que se combinan en los coros con atmosféricos teclados, y  “Ask Me Jon” con su ritmo dance, guitarra acústica y sus peculiares teclados de bizarra sonoridad y nuevamente los geniales solos del saxofón. The Ocean Blue es un disco que suena muy bien, luce estético, agradable, acogedor, un debut brillante.
CELURAN (1991)
Por este álbum se hizo conocida la banda en nuestro medio underground gracias a la difusión radial vía Doble Nueve y Radio Miraflores de los exitosos singles “Mercury”, pieza de bailable guitarreo, y la bella “Ballerina Out Of Control” con sus hipnóticas líneas de guitarra, programación de sonidos burbujeantes y gloriosos teclados. Destacan también “Breezing Up” con sus ondulantes y ensoñadoras guitarras de clara influencia Cocteau Twins, “Celuran” cuyas hermosas melodías y esos delicados golpes de teclado suenan geniales, y la espacial “The Planetarium Scene” edificada sobre unas extraordinarias cuerdas arabescas a lo Echo & The Bunnymen y teclados atmosféricos que van mutándose hasta estallar en ritmos psicodélicos para desvanecerse finalmente en melodías más reposadas. Celuran es un álbum más introspectivo, tierno y melancólico que su antecesor debido a las sonidos de guitarras electro acústicas que transitan durante muchos parajes del mismo. Luego de Celuran muchos le daríamos una atenta mirada a las anteriores entregas de la banda, hallando realmente un valioso material musical, que para muchos fue un grato soundtrack de los últimos días en la escuela secundaria y los inicios de nuestra vida universitaria.        
       


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